Resumen
Se trata de una pieza escultórica perteneciente al retablo mayor que García de Arredondo contrató en el año 1590 para ir a la iglesia parroquial de Pedrosa del Páramo (Burgos) y cuya traza arquitectónica corresponde al último renacimiento burgalés.
La profusión de altorrelieves e imágenes de bulto nos reflejan el arte ecléctico, fuertemente impregnado de manierismo romanista, que caracteriza la labor escultórica de García de Arredondo.